Una mujer evacuada de su casa en Florida, este miércoles.
Una mujer evacuada de su casa en Florida, este miércoles.© JOE RAEDLE (Getty Images via AFP)

El “extremadamente peligroso” huracán Idalia ha tocado tierra en la costa noroeste de Florida y avanza en dirección noreste por el interior de ese estado. El servicio meteorológico advierte que el temporal, ahora de categoría 2 con vientos de 175 kilómetros por hora, trae consigo “una crecida de las aguas catastrófica” y un vendaval “dañino”. Se han emitido órdenes de evacuación, totales o parciales, en treinta de los 67 condados floridianos, mientras que más de 265.000 personas ya se encuentran sin electricidad.

Idalia, que el lunes ya dejó graves daños en la provincia cubana de Pinar del Río y obligó a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares, entró en Estados Unidos a las 7.45 (13.45 hora peninsular española) con categoría 3 de un máximo de 5 en la escala Saffir-Simpson y vientos de 200 kilómetros por hora . Alimentado por las cálidas aguas del golfo de México, tocó tierra en Keaton Beach, en la zona conocida como “Big Bend”, donde la península de Florida se une al resto del continente en el golfo de México. Es una zona pantanosa, de pequeñas aldeas de pesca y escasamente habitada —el 3% de la población de Florida, de 22 millones de habitantes— , donde nunca se había detectado un huracán de estas dimensiones.

El servicio nacional de huracanes advierte que en esta zona “está ocurriendo una subida de las aguas catastrófica a lo largo de la costa y vientos dañinos se extienden por el interior del norte de Florida”. La mayor parte de la pérdida de suministro de electricidad se detecta en este área, donde se temía que la crecida del agua pueda dejar inundaciones de una altura entre los 3,6 y los 4,9 metros en las zonas costeras.

El nivel del agua del río en Steinhatchee, en el Big Bend, subió en una hora de los treinta centímetros a los 2,4 metros. “Cuando advertimos de que la amenaza de crecidas del agua aumentaría rápidamente, a esto es a lo que nos referíamos”, ha tuiteado el Servicio Nacional Meteorológico en Tallahassee, la capital de Florida.

En la isla de Cedar Key, en el Big Bend, la subida del nivel del agua alcanzaba los dos metros, lo que inundaba el centro de la población. “Nunca hemos visto una tormenta tan fuerte jamás”, había advertido Heath David, el alcalde de la isla de Cedar Key, en el Big Bend, antes de que el huracán tocaba tierra.

https://www.msn.com/es-es/noticias/internacional/el-catastr%C3%B3fico-hurac%C3%A1n-idalia-con-vientos-destructivos-toca-tierra-en-florida/ar-AA1fZEOw?ocid=hpmsn&cvid=ed117a28604a4c0384c90a03b8c89263&ei=23

Pese a que el ciclón se ha debilitado tras su entrada en tierra, lo peor aún no ha pasado, advierten las autoridades. El nivel del mar subirá aún más, cuando la marejada traída por los vientos coincida con la pleamar. “Las inundaciones que estamos viviendo ahora no son nada comparadas con las que veremos dentro de unas horas”, ha adelantado la alcaldesa de Tampa, Jane Castor. En esta ciudad, las aguas han crecido un metro y medio hasta el momento.

El temporal atraviesa la península de Florida en dirección noreste hacia las costas de Georgia, Carolina del Sur y Carolina del Norte, estados en los que ya han comenzado a registrarse fuertes vientos y lluvias, según el Servicio Meteorológico Nacional. Los gobernadores de los estados han declarado el estado de emergencia.

Idalia avanzaba a una velocidad de 24 kilómetros por hora en dirección norte por un estado que aún trata de recuperarse del impacto que dejó el año pasado el huracán Ian, que mató a 150 personas y dejó una estela de destrucción a su paso por la península.

En una rueda de prensa a primeras horas de esta mañana, el gobernador Ron DeSantis y otras autoridades de Florida han indicado que se da por seguro que el huracán derribará postes y cableado de electricidad, entre otros daños previsibles. Postes y árboles caídos, además de las inundaciones, bloquearán carreteras. 30.000 trabajadores de las compañías eléctricas se encuentran ya desplegados para acometer las reparaciones necesarias. La Guardia Nacional y el Servicio de Guardacostas también se encuentran movilizadas para tareas de búsqueda y rescate y valoración de daños.

“No salgan a la calle en medio de todo esto. Una vez que haya pasado la tormenta, no conduzcan por calles inundadas. No toquen cables caídos, consideren que pueden seguir teniendo electricidad”, ha advertido DeSantis a la población.

Dos de los principales aeropuertos en la zona han suspendido sus operaciones comerciales, y la base aérea de MacDill, en la bahía de Tampa -donde se prevén inundaciones- ha trasladado varios aviones a otras zonas más seguras. Las escuelas y algunas universidades permanecerán cerradas al menos hasta el jueves.

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