La Policía no halla pruebas de que 'Txeroki' participase en el atentado que mató a dos agentes en Sangüesa
Considera que no hay indicios suficientes de que formase parte del comité ejecutivo de ETA en la fecha del atentado e involucra a otros siete exjefes de la banda terrorista
¿ Los jefes de verdad ? A mi me gustaría ese macro juicio y que todos podamos vivir, para eso el proceso tiene que ser largo mientras todo el mundo vive y deja vivir, así todas las familias pueden seguir su camino con sus rotos, pérdidas, deudas y aciertos y mientras se producen las etapas del juicio hasta la sentencia final todos vamos asimilando lo que nos toca, debiéramos poder vivir todos juntos cada uno en su vida privada y la policía vigilándolo todo.
Si yo fuera alguien que tuviera que estar en ese juicio leería las páginas con los artículos de periódico y con lo que yo pienso de quien es quien por si le ayuda a contrastar la versión de todo esto de ETA con las versiones de los demas y en lo que no concuerde buscar cual es la verdad, también el porqué pero eso igual es con tecnología avanzada o con secretos de estado o de sumario y hay que dejarlo para más adelante.
La Policía no halla pruebas de que 'Txeroki' participase en el atentado que mató a dos agentes en Sangüesa
Considera que no hay indicios suficientes de que formase parte del comité ejecutivo de ETA en la fecha del atentado e involucra a otros siete exjefes de la banda terrorista
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Un informe de la Comisaría General de Información concluye que no hay indicios de que los exdirigentes de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, alias 'Txeroki', y Aitzol Iriondo, alias 'Gurbitz', tuviesen mando en plaza cuando la banda terrorista perpetró el atentado contra la oficina móvil del DNI en la localidad navarra de Sangüesa que asesinó a dos policías, en mayo del año 2003. «No se han hallado datos suficientes para afirmar ni excluir la participación material en el atentado, aunque pudiera ser posible», señala.
El trabajo, aportado el pasado septiembre al Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, se produce tras la admisión de una querella de Dignidad y Justicia que perseguía depurar responsabilidades en la Zuba o comité ejecutivo de ETA por aquellos dos asesinatos. La querella señalaba a una decena de exaltos cargos de la banda terrorista entre los que estaba Txeroki y el juez ofició a la Comisaría General de Información para que informase sobre el grado de participación de cada uno de ellos.
«Debemos concluir que, a pesar de que Garikoitz Aspiazu en el año 2004 comenzó su ascenso dentro del Aparato Militar del que llegó a ser el máximo responsable y un miembro destacado del Comité Ejecutivo, en el lapso temporal en que sucedieron los hechos que se tratan en este procedimiento, año 2003, no hay constancia de que éste ocupara esos puestos de máxima responsabilidad» señala sin embargo el análisis policial, que sitúa a Txeroki en esa época como «uno de los responsables del Subaparato de Formación encargado de formar a los nuevos militantes de ETA».
Con Iriondo ocurre algo similar. Hay constancia de que a partir de esa época «comienza a ostentar más responsabilidad dentro del Aparato Militar, convirtiéndose en uno de sus más importantes responsables». «No obstante -dice el informe-, al igual que ocurría con Garikoitz Aspiazu, durante el año 2003 que es cuando se desarrollan los hechos, estaba encuadrado dentro del Aparato Militar pero todavía no ostentaba una responsabilidad de alto nivel en el mismo ni tampoco sobre los comandos operativos. Por lo tanto, tampoco hay datos de que en 2003 tuviese un puesto de responsabilidad en la ZUBA», señala.
Sí estaban en ese órgano de toma de decisiones -cabe recordar que las fuerzas policiales definen la banda terrorista como una estructura jerárquica, piramidal y paramilitar donde todo se controla desde la cúpula- Juan Fernández Iradi, 'Susper'; Gorka Palacios, 'Nagi'; Félix Ignacio Esparza, 'Ana'; Mikel Albisu, 'Mikel Antza'; Ramón Sagarzazu, 'Ramontxo'; Soledad Iparraguirre, 'Anboto'; e Ignacio López de Vergara, 'Ibes'.
«Estructura casi militar»
De los siete, el informe recopila los indicios obrantes ya sea a golpe de sentencias que son firmes, ya sea a partir de la documentación (los sellos) remitida por Francia fruto de años de lucha antiterrorista, para asegurar que se encontraban en la Zuba de ETA cuando en mayo de 2003, la organización atentó contra la oficina móvil del DNI en Sangüesa.
En aquella época, conforme detalla, ETA estaba estructurada en seis aparatos: Militar, Logístico, Político, Internacional, Finanzas y Acogida. «Los miembros de Zuba se correspondían al menos con los principales responsables de dichas estructuras en un número no constante, añadiéndose también en ocasiones algún otro militante, bien porque mantenía un ascendiente sobre cierta subestructura importante, o bien por su destacado historial de militancia, aunque en la mayoría de estos casos se desconoce su identidad», explica.
Los siete señalados ocuparon puestos de responsabilidad en esos distintos aparatos conformando así un comité ejecutivo del que emanaban órdenes e instrucciones, que, conforme señala la Policía, «se acataban en la convicción de que no se trataba de una orden personal, sino que respondía a un plan elaborado por la cabeza de la organización, esa comisión directiva que era el Comité Ejecutivo«.
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