* La autora forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia
Su mayor crimen, sin lugar a dudas, sus inmensas riquezas y poder. Fue en plena Edad Media cuando la Iglesia Católica impulsó una serie de guerras, las llamadas Cruzadas. Su meta: recuperar para la Cristiandad la región de Oriente Medio –la llamaban Tierra Santa– que se encontraba bajo el dominio del Islam.
Y esta guerra –de paso– se convirtió en una persecución cruel contra
judíos y
cristiano-ortodoxos
griegos y rusos.
* La autora forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia
Su mayor crimen, sin lugar a dudas, sus inmensas riquezas y poder. Fue en plena Edad Media cuando la Iglesia Católica impulsó una serie de guerras, las llamadas Cruzadas. Su meta: recuperar para la Cristiandad la región de Oriente Medio –la llamaban Tierra Santa– que se encontraba bajo el dominio del Islam.
Y esta guerra –de paso– se convirtió en una persecución cruel contra
judíos y
cristiano-ortodoxos
griegos y rusos.
La catedral de Notre Dame de París sufrió un incendio en la tarde del 15 de abril de 2019 en el tejado del edificio, incidente que ocasionó daños considerables. La aguja de la catedral y el tejado se derrumbaron. Tanto el espacio interior como muchos bienes muebles se dañaron gravemente.567 El incendio se produjo probablemente de forma accidental, por un descuido durante los trabajos de restauración que se estaban efectuando en esas fechas.8 En 24 horas, se recaudaron más de 800 millones de euros para la reconstrucción.9
Lo que sí es un hecho es que primero murió el papa Clemente V el 20 de abril, apenas transcurrido 1 mes desde que se extinguiera la hoguera frente a Nôtre-Dame.
No nos ha llegado ningún testimonio de que los dos grandes Maestres de la Orden de los Templarios, Jacobo de Molay, y su compañero Godofredo de Charney, ambos condenados por la Iglesia a cadena perpetua -y no a morir en la hoguera- se dirigieran al público desde la misma, montada por orden del rey de Francia Felipe IV frente a Nôtre Dame, muy astutamente no en territorio administrativo de la ciudad de París.
Seguramente los habían conducido a toda prisa al lugar de la ejecución, pues el rey estaba actuando a espaldas de los más altos mandos eclesiásticos.
Los ataron a los postes erguidos, después de haberlos amordazado. Y dice la leyenda que Jacobo de Molay comenzó a hablar, anunciando la temprana muerte de sus dos verdugos, el monarca y el Papa.
El 29 de noviembre es el 333.º (tricentésimo trigésimo tercer) día del año en el calendario gregoriano y el 334.º en los años bisiestos. Quedan 32 días para finalizar el año.
Luego le siguió el propio rey francés Felipe el Hermoso, el 29 noviembre de este mismo año. Y así se cumplió el –supuesto o no- emplazamiento pronunciado por Jacobo de Molay a los dos principales responsables de su muerte y la injusta destrucción de la Orden del Temple.
Le siguieron las muertes de los tres hijos del rey Felipe, sin sucesión. Y con ello, se produjo la desaparición de la dinastía de los Capetos, hecho que contribuyó aún más a alimentar el aura legendario que rodeó el trágico final de los dos grandes Maestres de los Templarios, Jacobo de Molay y Godofredo de Charney.
https://www.lavanguardia.com/participacion/cartas/20230205/8730258/templarios-orden-religiosa.html
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