jueves, 8 de febrero de 2024

EL PAÍS Un hombre es condenado a 32 años de cárcel por haber agredido sexualmente a su hija y a sus dos hijastras, menores de edad Historia de Amaia Otazu Garde • 21 h

 



EL PAÍS

Un hombre es condenado a 32 años de cárcel por haber agredido sexualmente a su hija y a sus dos hijastras, menores de edad

Historia de Amaia Otazu Garde • 21 h
El Palacio de Justicia de Pamplona, en una foto de archivo.© Eduardo Sanz / Europa Press (Europa Press)

La Sección Primera de la Audiencia de Navarra ha condenado a 32 años y tres meses de prisión a un hombre de nacionalidad colombiana, de 46 años, por haber agredido sexualmente de forma continuada a su hija cuando esta tenía ocho años, y de dos hijastras, de 10 y 13 años. Además, cuando su hija cumplió los 20 años, en 2020, volvió a agredirla sexualmente. En este último delito se le aplica el agravante de reincidencia porque ya había sido condenado en firme en 2018 a dos años de prisión por un delito de abuso sexual a menores. La sentencia, que puede ser recurrida ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) establece que deberá indemnizar a su hija con 50.000 euros y a sus hijastras con 35.000 y 50.000 euros.

Entre septiembre de 2008 y enero de 2009, el procesado convivía con su entonces pareja y la hija de esta, de 10 años, en una localidad de la Ribera de Navarra. También residía con ellos su hija, de apenas ocho años, que se había desplazado desde Colombia para estar con su padre. El tribunal considera probado que, cuando su pareja se iba a trabajar, el inculpado agredía a las menores. Les ponía películas pornográficas y les pedía que hicieran lo que habían visto.

Unos años más tarde, entre noviembre de 2017 y julio de 2018, el acusado mantuvo una relación sentimental con otra mujer, con la que convivió en Tudela (Navarra). En dicho domicilio también residía la hija de 13 años de su entonces pareja. Cuando la mujer se tuvo que desplazar durante un mes a Ecuador, él intensificó los tocamientos que realizaba a la menor y llegó a violarla.

Poco antes de la pandemia de covid-19, en marzo de 2020, la hija del condenado, que ya había cumplido 20 años, volvió desde Colombia porque, según recoge la resolución, pese a lo sucedido “quería y sentía la necesidad de estar en contacto con su padre”. Cuando comenzó el periodo de confinamiento, los dos compartieron una habitación alquilada en Pamplona. Durante la convivencia, tuvieron que dormir en la misma cama y, “ante la presión ejercida por el acusado”, la joven accedió a mantener relaciones sexuales con él.

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