El 26,5 % de la población española, unos 12,7 millones de personas, se encuentran en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Así lo señalaba el pasado mes de junio el XIV Informe El Estado de la Pobreza en España presentado por la Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES).
Según la investigación, el riesgo de pobreza o exclusión social -tasa AROPE- ha pasado del 26% en 2022 al 26,5% en 2023, 400.000 personas más, debido sobre todo al encarecimiento de la vida, como muestra el componente de privación material y social severa. Casi la mitad de la población (48,7%), además, presenta dificultades para llegar a fin de mes.
Unos datos que contrastan con la autopercepción que tenemos de nuestra clase social. Según uno de los últimos estudios del CIS, la mayoría de la población (un 41,6%) se consideraba clase media-media. Asimismo, un 15,1% se considera clase media-baja. Por el contrario, sólo el 0,4% se considera clase alta, un 14,6% clase baja y un 3,3% clase pobre.
Pero, ¿cuál es el salario que debemos recibir para ser "clase baja"? Un informe de L'Observatoire des Inégalités señala el dinero que, para que alguien sea 'pobre' en España, tendría que ingresar al mes y al año aquellas personas que forman parte de la clase baja cobran un máximo de 1. 343 euros mensuales. Es decir, no ingresan más de 11. 395€ al año. Esto está muy cerca del umbral de la pobreza marcado por el INE, que lo deja en 10.088 euros anuales.
En las últimas décadas, las tasas de pobreza y exclusión se han mantenido altas y constantes, lo que evidencia un problema de carácter estructural resultado del sistema de organización de la sociedad, sujeto, a su vez, al marco de referencia político, económico y cultural vigente. Las consecuencias de este problema se agravan en contextos de crisis, como las que se han vivido en los últimos años, y exponen, aún más si cabe, las deficiencias y vulnerabilidades del modelo social.
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