Valencia : "Diles a los políticos que manden al ejército cuanto antes " Todavía quedan muchas zonas sin explorar y los brazos ya duelen. "Chaval, lo que hueles es la muerte" Historia de Diego Picó • 17 h • 2 minutos de lectura

 

Valencia : "Diles a los políticos que manden al ejército cuanto antes "   

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Todavía quedan muchas zonas sin explorar y los brazos ya duelen.  "

 "Chaval, lo que hueles es la muerte" Historia de Diego Picó • 17 h • 2 minutos de lectura

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"Chaval, lo que hueles es la muerte"

Historia de Diego Picó

• 17 h • 2 minutos de lectura

Huele. Huele raro. Diferente. La tragedia tiene olor. Es complicado de definir, pero se siente. El cuarto día es igual de duro que el primero. Calles destrozadas, mentes al borde del colapso, lágrimas en los ojos, abrazos, historias y una sensación de derrota en el ambiente que se refleja en cada rostro. El cuarto día en las calles de Sedaví, Alfafar, Chiva, Paiporta, Picanya, La Torre, Aldaia... el cuarto día. El barro sigue en la calle, el agua no se marcha, pero la sensación es distinta. En el ambiente se respira rancio. Una mezcla de podrido y de inodoro. Huele a gas, también a gasolina y a aceite. Muchos de los miles de coches inservibles, ya chatarra, empiezan a dejar caer sus fluidos y hay lugares pestosos. Huele a peste, a enfermedad. Le pregunto a un bombero, se llama Jose y viene de Zaragoza. "Yo ya estuve en Biescas", me dice mientras se echa una pala al hombro. Uno de sus compañeros añade: "Chaval lo que hueles es a muerte".

 

El día es duro, hay zonas aún sin explorar y los brazos ya duelen. Paro a hacer un reportaje con un PMA (Puesto de Mando Avazado) y coincido con la ERICAM. Vienen de Madrid, muchos en sus días libres como bombreos, enfermeras y demás. Llevan ya 14 cadáveres sacados de cualquier parte. No descansan. Un poco más al Sur llego hasta Massanassa, la localidad de Vicente Moreno, el técnico de Osasuna y allí me encuentro con la cruz naranja. Es la marca que utilizan los bomberos para avisar de los coches que ya han sido revisados y en los que no hay nadie dentro. Hay muchos con la cruz, pero muchos más sin ella. No quiero pensarlo.

"Diles a los políticos que manden al ejército de verdad, no podemos más"

Cruzando de pueblo a pueblo me encuentro con un viejo conocido que chilla mi nombre. Bajo de la bici, me abraza. Le hice un reportaje hace años cuando el Huracán, equipo de fútbol de Torrente, estaba en las últimas. "Voy a recoger a mi abuela al barrio. Vive en una planta baja y sobrevivió 15 minutos haciendo el muerto como en la playa hasta que llegaron los vecinos", me lo cuenta como si nada. Es duro.

 

Sigo con la bici y el barro se acumula. Cuando me doy cuenta miro el reloj y llevo ya 35 kilómetros. Esa es una de las grandes dificultades. No se trata de un lugar localizado, la DANA ha afectado a toda una provincia, es imposible de abarcar. Un señor me ve a la altura de Picanya con el micro de MARCA TV y me grita: "Diles a los políticos que manden el ejército de verdad, no podemos más". Intento acercarme a Bonaire, el parking del centro comercial más grande de las las afueras de Valencia situado en Aldaya va a ser noticia. No llego. Es imposible.